Extendida mi piel de lagartija sobre aquella roca...
Gozando de la insolación de la montaña...
Me escogió ese lugar para acostarme...
Yo sólo escogí no ser yo y sacar la lengua para comerme aquel mosquito...
Volé a mi árbol y le ladré a mi compañera para que me ayudara a cargar el cadáver de María a nuestro hormiguero...
A María la desmembró la inocencia...
Creía que la montaña aún era de todos nuestra en-traña...
Pero al caminar sobre la ex-traña máscara de concreto un dedo le cayó encima...
Extendida mi piel de roca sobre aquella lagartija...
Extendida mi piel de roca sobre aquella lagartija...
sólo soy viento...
sólo soy pasto...
sólo soy aquel anciano que habla junto a la casita...
sólo soy hormiga...
sólo se que muero bajo mi propio dedo.
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