Despertando

Contemplo en el Tiempo

este Instante Presente...

Lo observo y me encuentro:

¡Presencia sintiente!

Asombro de Estar...

Estancia del Ser...

en Él Despertar

y no perecer.

Este pequeño pensamiento lo escribí mientras contestaba un examen en la escuela... Leía las preguntas y pensaba en las respuestas... De pronto me di cuenta de que así es la vida: Cuando parece estar llena de interrogantes, sólo necesitamos ir hacia nuestro interior para encontrar las respuestas...

Esta reflexión fue el primer despertar de mi conciencia aquel día. Inundó mi ser con una sensación como de estar cambiando de dimensión; como de estar brincando de una fase profunda del sueño a una más cercana a la vigilia; como de haber estado viendo todo detrás de una cortina y observarlo ahora más claro... más verdadero.

Entonces comencé a contemplar el espacio a mi alrededor. El pizarrón, las bancas, las paredes... todo me pareció como una gran escenografía, y cada detalle de ella me llenaba de asombro y agradecimiento por la vida. Mi mirada se detuvo en el reloj de la pared y llegó a mí la sensación de trascender la barrera ilusoria del tiempo creado por el hombre pero al mismo "tiempo" comprendí la importancia de estar despiertos y en conciencia en cada instante presente.

Fue entonces cuando mi conciencia dio otro salto, otro despertar... Pasé de observar lo de mi alrededor, a observarme a mí misma:

- Estoy presente en este espacio, pero no "estoy" simplemente como un mueble, sino que sé que "estoy" porque lo estoy sintiendo... Descubro que soy una presencia sintiente -

Cuando despierta nuestra conciencia nos sentimos como un bebé que observa el mundo cada vez por primera vez... con un corazón lleno de asombro. Así fue como mi conciencia salió un poco más del sueño y me sentí profundamente asombrada por el simple hecho de ser y estar.

Cuando despertamos en nuestro instante presente y lo vivimos con entera conciencia, trascendemos el espejismo de lo perecedero y nos conectamos con el Ser absoluto, la fuente de la vida, dándonos cuenta de formamos parte de Él/Ella y en Élla/Él existimos para siempre.